Cierro los ojos. Imagino una habitación blanca, vacía. Solo una puerta y un par de sillas. Me imagino a mí mismo sentado en una de esas sillas. Imagino que otra persona entra en la habitación y se sienta frente a mí. Esa otra persona es mi yo futuro; yo, cinco años más tarde. No le veo físicamente, sólo siento su energía: me parece una persona sabia, con respuestas. Intento obtener algunas de esas respuestas:
PRESENTE: ¿Has llegado ya a eso que tanto ansío?
FUTURO: Estoy en el camino. Nunca se llega.
PRESENTE: ¿Qué consejos puedes darme para los próximos cinco años?
FUTURO: Tú eres yo. Y también estás en el camino. No necesitas ningún consejo.
La sencillez de las respuestas me sorprende. Descubro que hay una voz sabia en mí. Algo cambia para siempre. Confío.
Este ejercicio mental sucedió hace casi cinco años. Ahora soy mi yo futuro. Aún tengo preguntas sin respuesta, pero me resulta sencillo responder a las preguntas que tenía entonces.
¿Quién seré dentro de cinco años? ¿Qué respuestas tendré entonces para mis preguntas de ahora? Lo cierto es que no quiero hacer ese ejercicio ahora porque ya no necesito respuestas. Simplemente confío.
Si leyeras lo que te dije tendrias todas las repuestas. Besos
Querida madrina!
Razón no te falta. Y eso es lo que quería expresar. Intento enseñar a mi ego a confiar en mi alma.
«Intento enseñar a mi ego a confiar en mi alma.» mmmm… thank you for those words.
You are welcome! Thank you for reading and commenting!
El que pregunta siempre es el ego. El alma sabe tiene certeza, no necesitapreguntar, mas besos
En la vida no se trata de encontrar respuestas sino de hacerse las preguntas adecuadas.
Recuerda que de 5 en 5 años, la vida sigue pasando! 😉 Estate estando con los 5 sentidos en cada una de tus acciones. Vive, ama, descubre, sueña, sé!
Un abrazo enorme! ;))
La vida pasa de cinco en cinco años. Y de cinco en cinco días. Y de cinco en cinco minutos. Y de cinco en cinco segundos. La vida no es la cantidad de tiempo que pasa sino lo que hacemos con ese tiempo. (Un secreto: los sentidos son más de cinco.)
El alma sabe, siente, no necesita preguntar… mmm… Me la apunto, a ver si le hago caso alguna vez…
Dentro de cinco años serás tu mismo, moldeado por el paso de cinco años; probablemente, aún más sabio. Lo más probable es que tus preguntas de ahora hayan caducado… Y si no lo han hecho, tendrás un problema…
Un abrazo, primo…
Una de las razones por las que no necesito preguntar es porque en el fondo ya sé la respuesta. Dentro de cinco años no seré más sabio en términos de conocimiento. Seré una persona más empática, escucharé en profundidad, a mi alrededor la gente podrá ser auténtica, ayudaré a las personas a descubrir y explorar sus dones…
Cada día inventamos nuestro futuro. Este es el futuro que yo elijo para mí. Gracias, primo.
Eso es ser más sabio… 😉
Me alegro de que compartas mi punto de vista.
Yo también quiero escribir, pero solo para saludar.
Un abrazo Jai!
Gracias por dejar tu huella. Otro abrazo para ti!